Numerosas investigaciones apuntan a que el arcón protegió a la Sagrada Reliquia durante las obras del Santuario
El hermano mayor de la Real e Ilustre Cofradía de la Stma. y Vera Cruz de Caravaca, Luis Melgarejo Armada y el representante de los propietarios del mueble conocido como “Bargueño de la Cruz”, José Alcázar, firmaban en la tarde de ayer el documento de cesión del Bargueño para su exposición permanente dentro de los fondos del Museo de Arte Sacro de la Stma. y Vera Cruz.
Según la investigación llevada a cabo durante años por el profesor de Geografía e Historia Francisco Méndez García, la pieza se construyó en 1617 con la exclusiva misión de proteger en su interior la Sagrada Reliquia, “en unos años en los que peligraba su integridad por el riesgo que suponía la existencia en Caravaca de moriscos que no habían obedecido la orden de expulsión y que deseaban robarla o destruirla, ya que por razones religiosas habían sido expulsados recientemente y se les habían confiscado sus bienes”.
“Las propias características del mueble hablan por sí mismas”, explicaba el cronista oficial de Caravaca, José Antonio Melgares, presente en el acto, “con su aspecto de caja fuerte, rústico exteriormente para no despertar sospechas de lo que contiene, y demostrado, al abrirlo, el destino para el que fue realizado casi con total seguridad: la existencia de un cajón principal, decorado con una Cruz de Caravaca, que tiene las medidas adecuadas para acoger, en su interior, la arqueta de los Figueroa que guarda la Sagrada Reliquia”.
El bargueño ha estado en poder de la familia de José Alcázar García durante generaciones, transmitiendo siempre al primogénito de cada una de ellas que se trataba de “un mueble muy importante relacionado con la Cruz de Caravaca”, explicaba el propietario. “Mi hermano, recientemente fallecido, lo tuvo siempre en su dormitorio, junto a su cama. Fue su voluntad que este mueble regresase junto a la Cruz, a esta ciudad”, explicaba José Alcázar.
El arcón-santuario permanecerá de manera permanente en el Museo de la Vera Cruz. El hermano mayor de la Cofradía invitaba a caravaqueños y visitantes a disfrutar de una pieza de extraordinaria singularidad y enorme belleza cargada de historia.
El bargueño de la Vera Cruz, una pieza de 1617
El mueble de madera con pequeños cajones y gavetas adornado con labores de talla o de taracea es típico de la ebanistería tradicional española. En concreto, el ‘Bargueño de la Cruz’ cuenta con un frontal principal dividido en tres calles, las dos laterales presentan una estructura y decoración simétrica mientras que la central es más estrecha y consta de un hueco rectangular en su parte inferior. Las calles mayores muestran una decoración compuesta de elementos geométricos además de una cruz simple. Dicha Cruz está erigida sobre un montecillo y situada bajo una hornacina conformada por pares de columnas y cubierta por cúpula gallonada.