Caravaca de la Cruz ha sido desde hace siglos destino de peregrinación; devotos de todas las épocas han descubierto a Cristo a través de la Cruz y su mensaje de amor universal. El ‘Lignum Crucis’ que se conserva en la Basílica se ha convertido además en un auténtico emblema de la evangelización en el mundo. Es por ello que la Santa Sede concedió a este lugar el privilegio de celebrar un Año Santo Jubilar a perpetuidad cada siete años.
En 2024, la Ciudad de la Cruz vuelve a convocarnos, vuelve a invitarnos a ponernos en camino y descubrir el misterio de la Salvación.